lunes, 15 de noviembre de 2010

Negocios Renovables

Para empezar a entender el negocio de las energias renovables nada mejor que leer lo escrito por Roberto Centeno en El Confidencial:

El expolio de las renovables en España, un sector que en el resto del mundo funcionan con modelos muy diferentes, con muchas menos subvenciones y siempre acordes con las posibilidades del país, fue un invento del PP. En el año 2000, el Ministerio de Industria y Energía elaboró un documento denominado 'Planificación de las redes de transporte eléctrico y gasista 2001-2011', que es el proyecto de planificación energética más disparatado hasta la fecha; no solo en España, país de gran tradición de Planes Energéticos razonables, sino también fuera de ella.

El documento, que no mostraba ni una sola cifra de costes o inversiones, apostaba simultáneamente por las energías más caras del planeta, por concentraciones de dependencia externa inasumibles (gas de Argelia, en concreto) y por el incremento de la intensidad energética, es decir, el consumo energético por unidad de PIB. Es imposible idear más despropósitos en un documento de planificación del input más importante en una economía. La planificación basaba el crecimiento de la potencia eléctrica en los ciclos combinados de gas y en las renovables, que además de subvenciones estratosféricas necesitan duplicar la potencia instalada con otras energías -es decir, necesitan una inversión multiplicada por dos para garantizar la producción cuando no haya viento o sol-. Asimismo, ignoraba completamente las dos fuentes más fiables y económicas: la nuclear y el carbón de importación.

El 12 de marzo de 2004, justo antes de las elecciones generales, el Gobierno del PP aprobaría deprisa y corriendo, cinco minutos antes de perder el poder, el R-D Ley 434 sobre Régimen Especial. En él se definían unas subvenciones disparatadas a las energías renovables, eólica y solar fundamentalmente. Además, el R-D no preveía la reducción gradual de las subvenciones cuando se alcanzaran mejoras tecnológicas, algo que era obvio que se produciría. En concreto, los costes de generación se han reducido en un 18,5% en la eólica y en un 42% en la fotovoltaica, mientras algunos se llevan la pasta como si nada de esto no hubiera sucedido. ¿En qué estaban pensando los autores de este expolio?, ¿no sabían lo que se traían entre manos o lo sabían perfectamente?. Un misterio que algún día alguien tendrá que investigar.

Adicionalmente, para rizar el rizo del disparate, serían las CCAA quienes tendrían las competencias en la adjudicación de autorizaciones, un chollo inimaginable para las mismas, ya que podían repartir unas concesiones de un valor inmenso entre parientes, amigos y correligionarios. Para que tengan una idea de lo que estamos hablando: una concesión de tamaño medio, es decir, un papel con las firmas puede valer 40 millones de euros, pero si se trata de una concesión más grande, o de un proyecto eólico importante, estamos hablando de cientos de millones, solo el papel. Aquí todo es legal; si tienes los amigos o los contactos adecuados te firman un papel y te llevas el dinero a carretadas sin arriesgar ni invertir nada, excepto el proyecto. El proyecto naturalmente lo ejecutan otros, los que pagan por el papel, quienes tienen disponibilidades económicas suficientes para llevar a cabo los proyectos y que, por supuesto, luego se llevan aún más dinero. Las cifras que tales pelotazos pueden mover, presuntamente por debajo de la mesa, las dejo a su imaginación.

Cómo lo hacen otros, o racionalidad frente a despilfarro

Para que comprendan mejor lo disparatado del modelo energético español, somos el cuarto país del mundo en energía eólica, después de gigantes como EEUU, China y Alemania, pero con enormes diferencias, porque los sistemas de retribución ni se parecen. Las subvenciones que se otorgan en España son tan enormes que hacen rentable cualquier proyecto, aunque carezca del mínimo de calidad exigible. Casi la mitad de los desarrollos eólicos realizados en España sería rechazada en otros países, porque el número de horas de viento es insuficiente. Aquí cualquier chapuza es rentable. Y en fotovoltaica, que se lleva el grueso de las subvenciones, somos el segundo país del mundo solo detrás de Alemania, aunque con una diferencia esencial. En Alemania se subvencionan las instalaciones familiares en viviendas y aquí se subvencionan huertos solares propiedad de un señor con su bigote y sus relaciones especiales, que ha conseguido la autorización correspondiente y que se forra a manos llenas. Spain is different.

Pero vayamos a las cifras. En el primer semestre de 2010, la electricidad eólica se pagó a una media de 75 euros por Mwh. La electricidad de origen fotovoltaico se pagó -en realidad, la acaban pagando ustedes en ese recibo de la luz cada día más imposible de abordar- a ¡460 euros por Mwh!. No es de extrañar que un papel con la autorización del cacique local de turno para producir y vender esta energía suponga un pelotazo para el que lo consigue de 40 o 100 millones de euros. ¿ Y a ésto le llaman energía sostenible? ¿Cuánto tiempo creen que España puede sostener este expolio?. Pero esto es lo que hay; Zapatero no sacará a España de la crisis, nos hundirá aún más mientras algunos amigos del poder se hacen casi multimillonarios. Como referencia, el coste de generación de la nuclear en funcionamiento actualmente, esa que los marxista-ecologistas quieren cerrar, es de 15 euros por Mwh. Mientras, la nuclear de nueva construcción y el carbón “limpio”, es decir, centrales con dispositivos que reducen drásticamente la contaminación, ronda los 36/39 euros Mwh.

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