miércoles, 28 de diciembre de 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
viernes, 2 de diciembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
miércoles, 2 de noviembre de 2011
¿regeneración?
El capítulo del programa electoral del PP sobre “regeneración democrática” es igual a cero, no hay nada de nada, lo del sistema de elección del Tribunal Constitucional es una broma que no impide su politización, y todo eso de la transparencia y el buen gobierno no compromete a nada. El contrapunto a este vacío programático lo ha querido poner el diario El Mundo al presentar “100 propuestas para defender y fortalecer la democracia”, un empeño tan desmedido como inútil -aunque aparezcan propuestas de interés- en línea con el empeño ‘pedrojotista’ del “todo a 100″: cien medidas anti-crisis; cien interrogantes sobre el caso Faisán; y cien preguntas al que fue ministro de Interior Rubalcaba, sobre la conspiración del 11-M, que nunca existió. ¿Se acuerdan?
No ponemos en duda el talento y la vocación democrática (y monárquica) del profesor Jorge de Esteban que parece haber coordinado el trabajo, pero previamente tenemos que plantear unas cuestiones que conviene despejar: ¿es plenamente democrático el vigente sistema político que tenemos en España? ¿Acaso las carencias del sistema, mas bien partitocrático, español no están en el origen del deterioro político, social y económico que invade España, incluido el deterioro de la cohesión nacional? Si esto es así no se debe hablar de la regeneración sino de reforma (revolución será excesivo) del sistema político español, el que entre otras cosas no garantiza algo tan esencial en toda democracia como es la separación de los poderes del Estado. Lo que es peor favorece la acumulación de dichos poderes y evita todo control democrático del poder ejecutivo. Lo que acompañado del vigente sistema electoral conduce al secuestro de la soberanía nacional por parte de los aparatos de los partidos que habitan la mayoría gobernante (o que esperan su turno en la alternancia). Y todo ello a medias con poderes ‘fácticos’ ajenos al campo democrático como son el financiero (la obscena intervención actual de los mercados en la vida democrática, dan fe de ello); y en el caso español la ‘cama redonda’ de la política, finanzas y grandes medios de comunicación, así como las injerencias en la soberanía nacional de potencias ajenas a nuestro país como la Iglesia Católica (desde tiempo inmemorial) o Estados Unidos(desde el franquismo).
Si esto no fuera así sería impensable que personajes de la escasez política e intelectual como Zapatero y sus ministros -del “todo a 100- hubieran llegado al Gobierno de España; o que nadie los hubiera podido controlar o expulsar del poder ejecutivo ante los destrozos causados, que han llevado el país a la ruina y a la desunión nacional, sin control alguno. O que aún siga floreciendo en España la corrupción; o que se tapen o indulten los abusos y escándalos de los poderosos del dinero; o que España se trague el escudo anti misiles por decreto; o una reforma encubierta de la Constitución para el insolidario estatuto catalán; o unas reformas de la Carta Magna en quince días y sin referéndum; o la legalización de Bildu y otras tantas cosas más, y sólo citamos casos recientes y a la vista de todos (y muchos de ellos bajo el pacto del Gobierno y la Oposición).
El debate sobre la necesaria reforma democrática en España es apasionante y bien merece una extensa disertación. Pero permítasenos en esta crónica de urgencia resumirlo en muy pocas ideas, o propuestas para la reforma del sistema partitocrático español (hijo menor de la Democracia): en un primer lugar sobre el Poder Ejecutivo: se ha de elegir al presidente del Gobierno, (en una Monarquía Parlamentaria), o al Jefe del Estado (en una República, previo referéndum sobre ambas formas de gobierno) en unas elecciones presidenciales a dos vueltas de circunscripción única nacional y ajenas a las Legislativas. Dos: el Poder Legislativo: el Parlamento debe elegirse con los candidatos en las listas abiertas en circunscripciones de toda España (el sistema mixto alemán, con una lista global incluye el virus partitocrático, aunque no es malo del todo). Tres: El Poder Judicial: ni el poder Ejecutivo ni el Legislativo pueden intervenir en la elección de los órganos gestores del poder Judicial (tal y como ocurre ahora) y por lo tanto tampoco deben influir en la formación de los altos tribunales del Estado. Los órganos judiciales del Estado deben tener jurisdicción nacional y ser elegidos solo por todos los cuerpos jurídicos del Estado.
Sin estas tres reformas esenciales todo lo demás -las “propuestas a 100″- son variantes para lavar la cara y para consolidar la partitocracia vigente. A ellas hay que añadir medidas importantes como la retirada de financiación a los partidos políticos (el modelo actual vicia el sistema electoral y crea una discriminación flagrante con las minorías); y otras relativas a la separación definitiva en España de la Iglesia y el Estado; el fin de bases extranjeras en nuestro territorio; y el cumplimiento inexcusable de la legalidad tanto a los poderosos como a los nacionalistas, cuyo chantaje permanente se tiene que acabar. Si conseguimos, además, erradicar la partitocracia de los medios de comunicación (al menos en los públicos), para que la prensa ejerza con su independencia la función de contrapoder que le corresponde, pues todavía mejor. Si se ponen en pie estas reformas democráticas esenciales que son el núcleo de todo sistema democrático y la garantía de la soberanía nacional, a partir de ahí podremos hablar de otras mejoras y ocurrencias más o menos positivas. Pero sin todo esto, empezando por la elección directa y el control democrático ecutivo lo demás es dejar las cosas como están.
Publicado en República.com http://www.republica.com/2011/11/01/la-democracia-del-todo-a-100_405687/
sábado, 1 de octubre de 2011
ConclusionesConclusiones del Congreso de la Sociedad Civil
1.- Reforma constitucional que reconozca y potencie la Iniciativa legislativa popular, con: Reducción del número de firmas acreditadas necesarias; extensión de la iniciativa a materias propias de ley orgánica y de reforma constitucional; simplificación del procedimiento de presentación y de tramitación parlamentaria de la iniciativa popular; y finalmente, reconocer la iniciativa legislativa popular revocatoria de leyes aprobadas por el Parlamento.
2.- Reforma constitucional para la independencia judicial, por la que ningún militante de partido ni miembro de Gobierno y asimilados, puedan acceder al ejercicio de la función jurisdiccional.
3.- Transformar el actual Estado de las Autonomías y en general, crear una organización territorial del Estado eficiente susceptible de ser costeada.
4.- Reducción del número de Ayuntamientos allí donde el tamaño, la viabilidad económica y la proximidad, aconseje agrupar varios municipios y pedanías bajo un único órgano rector.
5.- El Articulo 2 de la Constitución. deberá quedar redactado como sigue: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación Española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza la igualdad y el derecho a la solidaridad, entre todas las regiones y provincias de España.”
6.- El Articulo 3 de la Constitución, en sus apartados 1 y 2, quedará redactado del modo siguiente.
3.1.- El castellano es la lengua española oficial del Estado. Su enseñanza, uso y aprendizaje es irrenunciable.
3.2.- Las demás lenguas españolas gozarán de protección estatal, pudiendo ser objeto de enseñanza y aprendizaje como segunda lengua a elección de los progenitores, pero nunca en detrimento del idioma oficial de España.
7.- Una nueva ley del Referéndum Popular, tanto consultivo como vinculante, ampliando las materias que puedan ser objeto del mismo, modificando las mayorías necesarias para su convocatoria y su aprobación, introduciendo los medios de la era digital en la que actualmente vivimos, constituyendo Internet una herramienta necesaria y práctica para el voto no presencial, con todas las garantías.
8.- Sistema financiero: Recapitalización con fondos públicos de las entidades financieras que lo necesiten, incluso nacionalizándola si fuera preciso, siempre antes del 31 de diciembre de 2011. Aprobación de límites a la compra de deuda pública.
9.- Reforma del sistema de convenios colectivos, para que dejen de ser obligatorios.
10.- Obligación de que Sindicatos y Asociaciones empresariales presenten sus balances y cuentas de resultados en el registro mercantil, como hacen la totalidad de empresas y otro tipo de entidades empresariales y fundaciones en España
11.- Supresión de las subvenciones generalizadas por parte de todas las administraciones a todo tipo de empresas, fundaciones y organismos, salvo casos claros, y expuestos públicamente.
12.- Transferir el sistema de formación de los trabajadores, es decir, las políticas activas de empleo, a un organismo dependiente del Ministerio de Educación, sin intervención sindical.
13.- Reformar el Estatuto del Ministerio Fiscal, en todos los aspectos que limitan su independencia.
14.- Introducir modificaciones en el sistema de financiación de las elecciones, estableciendo límites a los gastos electorales, perfeccionando el sistema de control por parte del Tribunal de Cuentas.
15.- Reforma del Sistema Electoral Español, en orden a consagrar, incluso constitucionalmente, el principio democrático de “un hombre, un voto y con el mismo peso político.”
16.- Instar al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales, para que implementen herramientas digitales de democracia participativa y deliberativa.
17.- Eliminación de cualquier estatuto jurídico privilegiado para la clase política.
18.- Responsabilidad civil, o penal, para todas aquellas personas que gestionen irresponsablemente, o irregularmente, fondos públicos.
19.- Eliminación de la financiación pública de los partidos políticos, sindicatos, patronales, fundaciones de partidos y ONG de dudoso servicio a la sociedad.
20.- Establecimiento por Ley de penas muy severas para aquellos jueces y fiscalesque con abandono del derecho, dicten resoluciones o actúen por servilismo político o por motivos espurios de las personas físicas que encarnan el poder judicial en cada momento.
21.- Realizar una profunda reestructuración de las funciones y cometidos del Estado. Recuperar el principio de excelencia en la Administración Pública. Recuperar el principio de Administración Única y eficiente, descentralizando funciones para acercar el control del poder a los ciudadanos.
22.- Sin censura previa, se reclama una ley que regule la actividad de los medios de comunicación y que establezca responsabilidades civiles y penales capaces de disuadir de la utilización torticera de su poder, especialmente cuando se usa en calidad de terminal mediática de los partidos políticos
23.- Creación de una Facultad Universitaria de Administración Pública con el grado de licenciado para la formación de los futuros funcionarios, sin perjuicio de tener que superar las oposiciones que puntualmente se convoquen para los puestos específicamente demandados en cada convocatoria.
24.- Arbitrar el sistema para que cada electo responda directa y personalmente de sus decisiones políticas ante sus electores, al margen de cuál sea el partido político que lo nomine.
PETICIONES FINALES
- Pedimos a los partidos políticos que incorporen estas medidas en sus programas electorales.
- Finalmente, anunciamos la celebración en los próximos meses, de encuentros sectoriales sobre Reformas políticas, sobre Sanidad, Educación, Justicia, Economía y Empleo, y Democracia Participativa, para debatir sobre aspectos puntuales de cada una de las materias y elaborar propuestas más especificas.
FUENTE: Fundación Civil
viernes, 9 de septiembre de 2011
Un guión
La corrupción política solo puede combatirse mediante la libertad política colectiva y la separación de poderes. Es decir, mediante una Cámara de diputados elegidos directamente en candidaturas unipersonales en distritos pequeños (sujetos al elector bajo mandato imperativo y revocable), un poder ejecutivo independiente, elegido en elecciones separadas de las legislativas, y un poder judicial elegido también independientemente por un cuerpo electoral compuesto por todos los agentes del mundo judicial. Es necesario que exista además un mecanismo de mutuo control de la Cámara y el Gobierno, de modo que puedan disolverse entre sí ambos poderes en caso de conflicto político insoluble o corrupción de cualquiera de los poderes. La justicia debe operar, a mayor abundancia, sin privilegios para la clase política. Este sistema político que ampara la libertad colectiva, separa los poderes del Estado y combate la corrupción mediante instituciones y mecanismos inteligentes, se llama República Constitucional. En España, el grupo civil Movimiento Ciudadano por la República Constitucional (MCRC), fundado por el jurista y político Antonio García-Trevijano, promueve dicho sistema político en Europa, frente al monopolio del poder de la oligarquía de partidos, en vigor desde la II Guerra mundial, que sustituyó a los regímenes dictatoriales fascio-nacistas. Los libros Teoría Pura de la República y Libertad Constituyente, de Antonio García-Trevijano, publicados recientemente en España, dan cuenta de las bases teóricas de la República Constitucional y del proceso de acción, ya iniciado, de conquista de la libertad política colectiva y la democracia representativa (formal o política).
Publicado en Facebook por José María Aguilar Ortiz
lunes, 29 de agosto de 2011
El secuestro de la democracia en España
Si alguien tenía la esperanza de que la democracia se recuperase en España de la mano de estos políticos y de estos partidos habrá quedado chasqueado: la reforma constitucional anunciada por los dos partidos dominantes es una operación de imagen, probablemente baldía, para defender ante propios y extraños la capacidad de un sistema político, carcomido por la partitocracia, que desprecia a los ciudadanos y que utiliza sus tribulaciones para venderles elixires curalotodo. Por eso, no es extraño el desapego y la irritación creciente de parte de la sociedad ante tal estafa.
Quienes proponen esta reforma constitucional, cuyo contenido no es más que un breve recordatorio de algunos principios de buen gobierno, saben de su inutilidad, si no se hacen los cambios constitucionales necesarios para ordenar seriamente el Estado y para vigorizar el poder público. Es como trazar una raya en el agua de la tormenta económica. También lo saben, y si no lo averiguarán pronto, los inversores y los llamados mercados, para los que la crisis española es una pieza de caza mayor en la cacería del euro y de la unión monetaria europea, sobre cuya ruptura o desaparición se cruzan ya apuestas. Tampoco parecen ajenos a este enjuague los capitanes de la Unión Monetaria y del Banco Central Europeo, los de la carta-ukase secreta, atrapados en el laberinto de la crisis financiera, producto de la expansión crediticia que estimularon con entusiasmo. Por ello, parece justificado huir de los consejos turbios y de las amalgamas imposibles y enfrentarse a los problemas con energía, claridad de ideas y autenticidad democrática.
Creo que para abordarlos, y no eludirlos con meras campañas de imagen como la que nos ocupa, conviene insistir en que la crisis española, salvo demostración en contrario, es política y económica y trasciende a la internacional, aunque es verdad que ésta ha creado una situación crítica en Europa que agrava nuestros males. Pero en tanto no se reconozca así, seguiremos condenados a ser rehenes de la estulticia y del instinto de supervivencia de un sistema cuyo único objetivo es resistir. La meta ahora es procurar la sustitución del gobierno en las elecciones anunciadas y ya se verá. Aunque todos saben que el problema es de mayor enjundia, nadie quiere asumir el fracaso de un modelo político y económico que ha agostado para largo tiempo las ilusiones de los españoles.
Un Estado hipertrófico
En lo político tenemos los españoles un Estado hipertrófico, producto y cosecha de la Constitución otorgada en 1978, que ha engordado a lomos de la bonanza económica y del esfuerzo fiscal de sucesivas generaciones, y que ahora se nos muestra incapaz de responder a las necesidades de sus ciudadanos: las múltiples y variadas administraciones públicas, ansiosas otrora de competencias y presupuestos, se desgañitan sobre sus penurias actuales y su incapacidad para atender los compromisos; pero, eso sí, la estructura política existente es sagrada y ninguno plantea su cambio o simple abrogación.
En lo económico, sufrimos el desmoronamiento de un modelo excesivamente especulativo, que tiene malherido al sistema crediticio y que ha devastado el tejido empresarial. La recuperación tardará porque nuestras capacidades financieras y educativas están muy mermadas, aunque si se insuflase algo de seriedad y ejemplaridad por parte de las clases dirigentes, la sociedad conseguirá salir del pesimismo y de la desesperanza, sobre todo si no se ve tratada como una menor de edad, con espectáculos como el de esta proyectada reforma constitucional y otros parecidos que pueden venir en los meses próximos. Parece que nos aguardan grandes tardes de gloria.
Lo sucedido y anunciado en estos días es tan burdo y tan poco democrático que hasta algunos componentes del sistema de partidos y de sindicatos han elevado sus protestas, incluso los del partido del gobierno, que patrocina la reforma. Bien es verdad que protestan contra tal reforma, pero no hacen ni la menor mención a los cambios constitucionales que sí podrían oxigenar la vida pública. De todas maneras, las protestas no pasarán de un pequeño lío de familia y todo el mundo votará sumiso la propuesta de reforma constitucional, porque la han fabricado en una noche los señores que hacen las listas electorales. Y, de momento, no hay más.
Después de año y medio de gobernar por decreto-ley, ahora se propone una reforma constitucional con métodos análogos. Lo que venga después no lo sabemos, desde luego nada bueno, porque con elecciones o sin ellas, si se persiste en el fraude democrático y en el embalsamiento de la crisis española, la incertidumbre seguirá dueña de nuestros destinos. Por eso, la democracia en España tiene primero que ser rescatada y luego reconstruida.
*Manuel Muela es economista
domingo, 21 de agosto de 2011
Eliminar diputaciones... y ayuntamientos
Editorial en Libre Mercado
Hay que reconocer a Rubalcaba la habilidad con que ha colocado la eliminación de las diputaciones en el centro del debate político. Es cierto que otros países europeos con problemas han comenzado a reformar y reducir su estructura administrativa. Pero cabe preguntarse si la socialista es la única propuesta posible o siquiera la mejor alternativa. No nos cabe duda de que el PSOE ha optado por promover la supresión de las diputaciones porque, como ha recordado el PP, prácticamente se ha quedado sin ninguna tras las últimas elecciones. Es difícil tomarlo como una propuesta seria cuando el propio Rubalcaba apoyaba una simple reforma y no su eliminación hace poco más de un mes. Pero no es menos cierto que estas instituciones serían las que menos echarían en falta esas "quince millones de personas" que Ana Mato calculaba que se verían afectadas por su supresión. Primero porque no se elige directamente a nuestros representantes en ellas y, en segundo lugar, porque resulta difícil encontrarles competencias que no puedan asumir entre ayuntamientos y comunidades autónomas. De hecho, las regiones que cuentan con una sola provincia ya carecen de diputaciones, y nadie parece haberlas echado de menos. La medida no estaría exenta de problemas. Para empezar, en el País Vasco las diputaciones forales sí que tienen bastante presupuesto y muchas competencias que en el resto de España corresponderían a las comunidades autónomas, y su eliminación sería constitucional y políticamente muy complicada. Otro tanto sucede, aunque en menor medida, con los cabildos y consejos insulares de Canarias y Baleares. Aunque siempre podría establecerse la supervivencia de estas instituciones, eliminando las demás diputaciones. Por otro lado, siendo la Constitución tan explícita en su artículo 141.2, que regula el Gobierno de las provincias, es posible que su eliminación obligara a una reforma constitucional, de modo que sólo podría llevarse a cabo con el acuerdo de ambos partidos, salvo un descalabro del PSOE sin precedentes. Así que la propuesta de Rubalcaba no deja de ser un brindis al sol, como previsiblemente lo serán todas y cada una de las que haga en campaña. Sin despreciar esta propuesta, posiblemente necesaria, cabe pensar que no es la única posible, ni siquiera la mejor forma de reducir duplicidades y gastos superfluos en nuestra estructura administrativa. Cuando tenemos 8.112 ayuntamientos, casi los mismos que Alemania con aproximadamente la mitad de su población, de los que el 80% gobiernan municipios de menos de 5.000 habitantes, parece claro que su reducción es un imperativo. Mientras que en España se han creado 32 nuevos consistorios desde el año 96, Gran Bretaña ha pasado de 1.500 a 400, Alemania de 25.000 a 8.4000, Bélgica de 2.359 a 596 y Grecia de 5.300 a poco más de mil. Italia, que es el país que más recientemente ha presentado una reforma de su estructura administrativa, eliminará las provincias más pequeñas, sí, pero también obligará a fusionar casi 2.000 ayuntamientos de menos de mil habitantes de los 8.094 que hay en el país. De hecho, mientras que el PSOE no ha estimado cuánto se ahorraría por la supresión de las diputaciones, UPyD ya calculó en16.000 millones de euros al año el gasto público que podría reducirse fusionando ayuntamientos pequeños. Es la diferencia entre una ocurrencia y una propuesta seria.
lunes, 15 de agosto de 2011
Menos Ayuntamientos
Lo hizo Grecia, ahora Italia fusiona ayuntamientos de menos de 1.000 habitantes. ¿Cuando nos toca?
Hace ya casi un año, cuando nadie hablaba de estas cosas en España, presentamos un estudio que abordaba este problema y ofrecía soluciones. Nuestro objetivo era demostrar que el modelo municipal español -diseñado en las Cortes de Cádiz y que se mantiene prácticamente inalterable desde entonces- necesita un repaso urgente si queremos garantizar la universalidad y la calidad de los servicios que se prestan a los ciudadanos.
La España liberal de hace casi dos siglos definió un modelo municipal campesino-parroquial que aún perdura. Sirvan algunos datos como ejemplo: España tiene 8.114 municipios para 46.951.532 habitantes; 6.821 municipios (el 84,1%) tienen menos de 5.000; 907 (el 11,2%) tienen entre 5.001 y 20.000, y sólo 240 (el 1,04%) tienen entre 20.001 y 50.000 habitantes.
Somos el único país europeo que no ha hecho reformas para reducir el número de municipios en el último siglo, lo que ofrece un panorama de descompensación en tamaño y población que trae como consecuencia directa que no todos los municipios prestan los mismos servicios considerados esenciales con una calidad mínimamente homologable a los ciudadanos. Por otra parte, el tamaño excesivamente pequeño propicia un exceso de alcaldías y órganos de gobierno local en modo alguno justificado desde la exigencia de los servicios que se prestan.
Como demostramos en el estudio de referencia, los datos sobre eficacia y eficiencia en relación con el tamaño de los municipios aconsejan la puesta en marcha de políticas públicas para promover de forma urgente la fusión de municipios. El ahorro de recursos en diferentes capítulos sería evidente.
Se produciría una importante supresión de cargos políticos, pasando, por ejemplo, de los 48.733 concejales que hay en los 6.821 municipios de menos de 5.000 habitantes a 13.000 concejales si se fusionasen en 1.000 municipios de 5.000 habitantes; o a 7.500 concejales si la fusión se hiciera en municipios de 10.000 habitantes.
Se suprimirían un buen número de empresas y fundaciones redundantes; se reduciría considerablemente el número de empleados públicos; se suprimiría un importante número de coches oficiales, dietas, gastos de representación, etcétera; se liberarían inmuebles que podrían venderse… En suma, aflorarían recursos públicos que podrían destinarse a prestar más y mejores servicios a los ciudadanos en vez de utilizarse para mantener estructuras duplicadas y obsoletas que no tienen, en muchos casos, otro objeto o sentido que la representación institucional.
La ley que regule las fusiones debe obedecer al principio de que la estructura territorial no es un fin en sí mismo, sino un instrumento al servicio de los ciudadanos. En nuestra propuesta consideramos la continuidad geográfica, con un núcleo principal que sea el más poblado, y el establecimiento de un periodo voluntario con ayudas finalistas condicionadas a la fusión, que pasaría a ser obligatoria cumplido un determinado plazo.
En definitiva, dentro del proceso de racionalización del conjunto de las administraciones públicas, es preciso que España acometa también la reforma de los municipios. No podemos seguir manteniendo un modelo obsoleto, que se ha mostrado ineficiente, sólo por atender las apetencias de poder de los dirigentes políticos. Esta reforma -que deberá ser impulsada y dirigida por el Estado, como garante de la igualdad y la estabilidad de las instituciones- es imprescindible.
Me consta que habrá muchas resistencias (tenemos una clase política tremendamente conservadora, más allá de la descripción ideológica con la que quieran definirse), pero lo que no hemos sido capaces de hacer como consecuencia de una reflexión rigurosa habremos de abordarlo obligados por las circunstancias. Una España solvente, con una Administración moderna, debe poner las instituciones al servicio de los ciudadanos, profesionalizando la Administración, luchando contra la corrupción y evitando la descapitalización social.
Rosa Díez es diputada nacional y portavoz de UPyD
martes, 2 de agosto de 2011
Declaración de Principios y Valores
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viernes, 8 de julio de 2011
Irrepresentación
Juan Seoane escribe "Una tarde con Mario" en Diario de la República Constitucional
Hace unos días, movido por la coincidencia de haber nacido en el mismo año, el mismo mes y compartir la afición por E. M. Cioran, acudí a escuchar a Mario Conde en la conferencia que impartió sobre la situación actual de España. Como era de esperar, el conferenciante mostró alardes de un dominio del entramado y evidenció una excepcional brillantez en la descripción de los efectos de la actual crisis política y económica que estamos padeciendo. Sin embargo, a la conferencia del ilustre personaje, “la faltó” lo que en el argot taurino se define como rematar la faena.
Enumerar los efectos de la crisis a estas alturas, no es nada novedoso y a buen seguro, la mayoría de los asistentes los conocían de manera directa o indirecta. Pero lo que se espera de estas conferencias y conferenciantes con pedigrí, no es solamente la descripción de los efectos de una crisis, sino descubrir las causas que nos han llevado a esta situación de precariedad, para poder articular las medidas oportunas, que impidan el abuso y la corrupción de los poderes públicos.
No se mencionó, la situación real de estos partidos políticos artífices del bipartidismo, donde todos defienden la misma ideología gremial con un sentido conspiratorio del voto y ponen el mismo celo en agradar con privilegios insultantes, a las oligarquías financieras y mediáticas. Partidos estatales, que están anclados en el Estado y que no representan a la sociedad civil en absoluto, resultando inútil la sustitución de un partido por otro, donde la ausencia de vocación por la verdad ha consagrado la falsedad de llamar partidos a meras facciones de poder integradas en el Estado.
No se analizó, el sistema electoral de representación proporcional, que produce dos efectos nocivos para la sociedad. Uno, el visible que impide la representación de los electores, y otro el invisible, de considerar al Estado como sociedad política, eliminando la posibilidad de que emerja de la sociedad civil una corriente que pueda ser mediadora entre la comunidad nacional y el Estado para llevar las aspiraciones de la sociedad civil al mismo.
Tampoco se analizo el dignificar la vida pública con unas reglas de juego, que garanticen la Libertad política y la democracia, inexistentes actualmente.
No se mencionó, que las leyes emanadas del parlamento son en realidad anticonstitucionales, porque todos los diputados las votan bajo mandato imperativo de los partidos, prohibido por la Constitución Española del 78.
Sobre la figura del Jefe del Estado, responsable de garantizar la cohesión territorial de la nación, y de la igualdad de los españoles frente a la ley, ni se le mencionó en estos momentos de quiebra institucional, donde es más necesario que nunca, abrir un periodo con total libertad de información para configurar una nueva forma de Estado.
El Sr. Conde manifestó que lo deseable es que de esta situación “se sale”. Pero la única forma pacifica de “salir”, es aislando a esta clase política estatal, provocando una crisis de legitimación del sistema oligárquico actual a fin de sustituirlo por el único sistema que permita elegir en conciencia opciones realmente diferentes y otorgar a los diputados, el carácter representativo de los electores mediante organizaciones políticas sacadas del Estado y devueltas a la sociedad civil, donde cada una se pagará sus gastos mediante las cuotas de sus afiliados exclusivamente. Y a este proceso, se le llama pacíficamente; abstención. Palabra esta no mencionada en ningún momento por el conferenciante, siendo clave para la ruptura con el sistema oligárquico que impera en España.
La brillantez de la conferencia hubiese sido total, sin las sombras de la falta de compromiso en el análisis de las causas de la actual crisis moral y económica, que nos está arruinando como nación.
jueves, 23 de junio de 2011
Manipulación mediática
Por mucho que se empeñen los voceros mediáticos de la partidocracia, la democracia no consiste en votar a un partido, sino a un candidato. El que no entienda esto, o no quiera entenderlo, deberá denominarse de otra manera, pero nunca demócrata. Aunque se empeñen en descalificar con sus embustes a los movimientos ciudadanos que llenaron las calles y plazas de toda España el 19-J, nadie en ellos ha puesto en entredicho la existencia de partidos y sindicatos, sino el papel que detentan en la actualidad.
Los partidos no son intermediarios entre el ciudadano y el Estado, sino instrumentos de la sociedad civil, que nacen de ella y están en ella, para articular la participación política de la sociedad civil, no para someter a la sociedad civil a los dictados de la oligarquía partidista gobernante. Si se empecinan en seguir siendo intermediarios, y no mandatarios de la voluntad política de los ciudadanos, la distancia entre los partidos y sindicatos respecto de ciudadanos y trabajadores se irá ampliando hasta alcanzar extremos paranoicos. La sociedad seguirá su camino, prescindiendo de ellos, por retardatarios de la Libertad política.
Los manifestantes del 19-J quieren que el Estado y las instituciones políticas no sea el botín electoral de los partidos, quieren que el Estado sea de ellos, y verse reflejados y amparados en todos sus derechos y libertades por las instituciones. Quieren ser el sistema, estar en el sistema, en la toma de decisiones. Y para ello son necesarias reformas tan serias y profundas que ineludiblemente pasan por un periodo delibertad constituyente.
Si la clase política continúa con sus listas y su reparto proporcional de escaños, la representación directa y mayoritaria de los ciudadanos en la política continuará ausente, la democracia permanecerá inédita y el grito: “No nos representan” se oirá más alto, más fuerte y lo pronunciará cada día más gente.
El espectáculo coral de los medios de comunicación tras las manifestaciones de 19-J, nos avisa de que son fundamentales para el sostenimiento de la impostura partidocrática, con sus tertulianos, opinantes, comentaristas, todos ellos encantados de entonar el himno de las bondades del régimen que les propicia las prebendas que les engordan. Ese es el primer baluarte de defensa de la partidocracia, pero tiene un punto débil, las redes sociales de Internet, donde la información fluye de abajo a arriba extendiéndose como una infección vírica, y propicia la victoria de la opinión pública sobre la publicada.
No hay duda, si alguien albergaba la esperanza de que la inteligencia pusiera a andar la rueda de la partidocracia hacia la democracia, hoy ya sabemos que tendremos que ganárnosla a su pesar, tendremos que sortear sus trampas y trucos indecentes, vencer su manipulación mediática; pues la democracia no se pide, se conquista.
Publicado en Diario República Constitucional
viernes, 17 de junio de 2011
Yo #soy15m
Lo recojo del blog de Enrique Dans
Como parte del #15m me declaro una persona pacífica y condeno radicalmente todo tipo de violencia: la de los violentos infiltrados en nuestras manifestaciones, y la del Estado, que ha causado más dolor y heridos. Además, condeno la manipulación mediática que enfatiza la información sesgada, parcial o errónea con el propósito de demonizar a los ciudadanos. Si me manifiesto en la calle es porque: Como parte del #15m, acepto y respeto la diversidad ideológica del movimiento. Cuando participo en una manifestación no reclamo un régimen o una ideología en concreto, ni un modelo social no democrático, ni la eliminación de los partidos o los parlamentos. Lo que reclamo es una democracia mejor y más humana que, entre otras medidas, necesita urgentemente: Por todas estas razones volveré a salir pacíficamente a la calle el 19 de junio, #19j. Si estás de acuerdo, aprópiate del texto y divúlgalo (enlace al documento original)
lunes, 13 de junio de 2011
Cosas del diario Público
lunes, 30 de mayo de 2011
viernes, 27 de mayo de 2011
La Izquierda y el sistema electoral
Artículo de David Serquera:
La propaganda de los partidos monárquicos autodenominados de izquierdas, debe recurrir a la falsa propaganda del sistema proporcional, para poder seguir cobrando del Estado monárquico tras haber desindustrializado la nación y haber sumido a la clase obrera en el paro, la marginación y la precariedad. El verdadero problema radica en que la izquierda política no puede existir con el sistema proporcional de listas en los estados financieros. El sistema de listas únicamente favorece la interlocución entre el jefe de partido y los grandes financieros para seguir dando de comer a los zampatortas aprietabotones que medran por un lugar en la lista electoral mediante la adulación al jefe. La única posibilidad para que la izquierda pueda existir en Europa Occidental es hacer de la asamblea vecinal, del distrito electoral o monada republicana, el sujeto de la acción política. En estas condiciones, el mandato imperativo de la asamblea de vecinos a su representante hace que éste pueda defender fielmente sus intereses ante las corporaciones sin rostro. Es la única forma de que los problemas concretos del vecindario puedan ser atendidos por la nación. Supone una descentralización política tal que la presión de los lobbies se diluye y se controla de forma efectiva. Con el sistema mayoritario uninominal a doble vuelta con capacidad para deponer al representante, éste acude a la asamblea vecinal cada quince días, ante la cual rinde cuentas en primer lugar, y posteriormente escucha y recibe las peticiones de sus electores. Si éstos encontraran que el representante no cumple las promesas por las que fue elegido, le pueden revocar el mandato. Al recibir el sueldo de la mónada o distrito electoral y no del partido-Estado, el representante está sujeto a sus vecinos. Si aquel no cumple con las peticiones de la asamblea, se le retira el sueldo y el cargo, si se desayuna los ágapes servidos en las bandejas de plata de los poderosos, en contra de sus vecinos, se le destituye; si no cumple sus promesas, se le despide. La mónada actúa políticamente no sólo a través de un control institucional, sino que puede habilitar los espacios públicos donde el discurso conforma la política adecuada a la realidad. La doble retroalimentación, de la nación al distrito y de éste a la nación representada en la cámara de representantes conforma una unidad integradora de todas las dimensiones de la política y de lo político. Atendiendo exclusivamente a la motivación justa de un sistema electoral democrático, el sistema uninominal mayoritario es el único que cumple con la regla 1 hombre = 1 voto y es el único que garantiza la Libertad política pues permite que un candidato independiente, sin filiación partidista, pueda presentarse ante sus vecinos para poder ser portavoz de sus intereses.
sábado, 21 de mayo de 2011
Indignación de la ignorancia
Publicado por Antonio García Trevijano: Si necesariamente hemos de reducir todo para comprender algo, el problema actual de España, el origen de su permanente e insoportable malestar económico, cultural y político, hay que buscarlo en el cambio operado con la transición de la dictadura permanente de un solo partido estatal a la dictadura transitoria de dos partidos estatales. La invariante ha sido la ausencia de toda posibilidad de control del Poder, con Franco o con la Monarquía de Juan Carlos. La variante ha consistido en sustituir la represión de los nacionalismos periféricos por su incorporación al Estado, para tener garantizada siempre, con ellos, la mayoría absoluta gobernante. Si Tocqueville creyó ver en la Revolución Francesa la continuación del proceso de centralización estatal, iniciado por Luis XVI y culminado por Napoleón, mucho más evidente y menos discutible es que la Monarquía de Partidos, mediante la hegemonía de la socialdemocracia compartida por todos los partidos estatales, ha rematado la faena de suprimir cualquier atisbo de sociedad política intermedia entre la Sociedad Civil y el Estado. Quien no comprenda esto no sabe absolutamente nada de lo que está sucediendo ahora con las manifestaciones y acampadas de numerosos súbditos del Estado que no quieren llegar a ser ciudadanos, por absoluta ignorancia de la cuestión primordial que les concierne: la representación política. No hay en los indignados de imitación una sola voz de la sociedad civil, una sola consigna que expresa la absoluta falsedad de las elecciones por el sistema de listas. Cerradas o abiertas no cambia nada. Ninguna es representativa del elector ni de la sociedad. Todo el que vota a un partido estatal, grande o pequeño, está votando a un órgano del Estado para que se represente a sí mismo en el juego de las facciones estatales. Todo el que vota a listas de facciones del Estado no se ha desprendido de su impregnación franquista, aunque ahora solo tenga 18 años. Fuera de la abstención no hay sitio para el honor, la decencia, el decoro, la dignidad. ¡Indignados que quieren votar la indignidad! Entre un millón de posibilidades no hay una sola que autorice a creer que el MCRC pueda encaminar a estos inconscientes indignados, ignorantes de la causa de su indignación, hacia la revolución de la Libertad política y la puesta en pie de la sociedad civil. A quien no le repugne votar una lista estatal sobre la que no tiene la menor posibilidad de control, a quien no le indigne ser representado legalmente, sin mandato voluntario revocable, como a menores o incapacitados, no se le puede enseñar el camino de la libertad política. Nuestro prestigio y nuestra influencia aumentarán si no somos compañeros de los fracasos de la ignorancia manipulada.
viernes, 20 de mayo de 2011
Tres Consejos de Luis Garicano
Queridos “indignados”: me alegro muchísimo de que os hayáis decidido a dar un puñetazo en la mesa y expresar vuestro hartazgo con la situación económica y política. La situación a la que os enfrentáis es dramática, con números de paro juvenil en varias comunidades autónomas por encima del 50% y malísimas perspectivas para los próximos diez años, los años en los que normalmente deberíais encontrar trabajo.
Pero leyendo las crónicas de las manifestaciones, veo un miedo desconexo e incoherente que no se transforma en un programa de demandas. Os propongo tres, sencillas, pero que harían una diferencia sustancial a vuestro futuro.
Mercado laboral: contrato único
Tenemos un modelo dual de mercado laboral: unos tienen trabajo asegurado a largo plazo, y otros no tienen nada, rotan sin parar de subempleo a paro y de paro a subempleo, sin posibilidad de salida. La idea de los sindicatos es que los hijos se conviertan en los padres, que con el tiempo los jóvenes podáis aspirar a entrar en el núcleo del mercado de trabajo. Empíricamente, esto es falso. El 40% de los jóvenes que entraron en el mercado de trabajo a los 20 años siguen, a los 40 años, con contratos temporales. Esto es económicamente demencial y socialmente injusto. Hay que cortar por lo sano, y la reforma es sencilla: acabar con los contratos temporales y sustituirlos por el contrato único. Un contrato que empieza flexible, pero que va incrementando la protección con cada año en el que uno trabaja. Aquí va unaexcelente explicación de Samuel Bentolila.
Vivienda: poner en el mercado los miles de viviendas vacías
En un país con quizás 1,5 millones de viviendas vacías, suficientes para cubrir toda la demanda 7 años, los precios de las casas siguen siendo demencialmente altos y la oferta en alquiler es bajísima. Por ello, a pesar del enorme exceso de oferta, el 65% de los jóvenes españoles con edades comprendidas entre 25 y 29 años viven con sus padres, frente al 20%-22% en Francia, Holanda o el Reino Unido. Es necesario dinamizar el mercado inmobiliario. ¿Cómo? Primero, forzar al reconcomiendo de las pérdidas en el sector bancario, de forma que los bancos y cajas dejen de dirigir el crédito a promotores de hecho quebrados, con lo que se pondrán en el mercado cientos de miles de viviendas. Segundo, dar muchísima más seguridad jurídica al contrato de alquiler para asegurar que los propietarios ponen en alquiler los pisos aunque lo que reciban sea una cantidad modesta. Aquí va nuestra propuesta al respecto.
Educación para competir en la economía global
La globalización y el cambio tecnológico son imparables. China, India, Latinoamérica… van a entrar en los mercados globales durante los años claves de vuestra vida, y la información va a continuar haciéndose más barata. Reaccionar a estos cambios requiere que tengáis la formación para competir en el mundo globalizado. Pero en España el sistema educativo ha fracasado en conseguir este objetivo. Entre debates estériles sobre religión o ciudadanía, se ha perdido consciencia de la enormidad del fracaso escolar, al 31%, el doble que en los países de nuestro entorno. Hace falta aprender idiomas, hace falta una universidad en la que los profesores enseñen e investiguen, en la que los estudiantes se formen. Juanjo Dolado escribió unpost excelente con diagnóstico y propuestas, desgraciadamente tan actual ahora como lo era cuando lo escribió en 2009 (nada ha cambiado).
Con esas tres reformas, vuestro futuro cambiaría sustancialmente. Son reformas factibles, y las dos primeras se pueden hacer en cuestión de meses.
No demonizar el mercado
Notad lo que no hay en mis propuestas: el cabreo con el mercado o el “sistema capitalista”. El mercado, en España tan impopular, es el mecanismo que ha sacado de la miseria a cientos de miles de personas en China, en Brasil y en India en los últimos 15 años. Y el mercado es responsable de que, desde la transición al capitalismo en Holanda y el Norte de Italia al final de la edad media, la especie humana haya salido de la miseria en la que vivió, con poquitas excepciones, durante decenas de miles de años.
Hace 100.000 años, el PIB por habitante del mundo era de alrededor de 90 dólares- vivíamos constantemente al borde de la muerte. Hace 10.000 años, no había crecido nada, y seguíamos luchando por sobrevivir cada día. Hace 3000 años era de unos 120 dólares per cápita. En al año 1000 era aún de unos $133 dólares, y en el 1500 también. En 1600 era $141, 1800 $195, en el 1900,$ 679 y en el 2000, $6500. Es decir, durante la existencia eterna de la especie humana, nos hemos muerto de hambre y de asco.
Por favor, no escuchéis a los ignorantes que acusan al capitalismo y al mercado. Cierto, la crisis actual ha tenido su origen en un fallo enorme, tanto del mercado como de los reguladores. Pero el mayor peligro para España es el que el populismo de estos gane, y que nos metamos por la vía Argentina al subdesarrollo. Es fácil, una vez que se entra por ahí el empobrecimiento es inevitable. No está escrito en ningún sitio que tengamos que continuar siendo un país próspero, y no sería la primera marcha atrás en la historia.
Lo que sí es cierto es que necesitamos otro mercado que el que tenemos. Tenemos un mercado que es el mercadeo, en el que las corruptelas y los contactos deciden quien se enriquece. Pero el mercado es responsable de Google también y de Zara, y de vuestro querido Twitter. Se trata de conseguir un mercado regulado, responsable, que no sea la ley de la selva, y que no pase porque los enchufados y corruptos de siempre se forren y que si les sale mal les rescatemos.
Vosotros, los indignaos, sois la esperanza de España. Si os indignáis con conocimiento, si tratáis de pensar en cómo mejorar las cosas, España saldrá de esta reforzada. Si tiráis por la vía del populismo, del “que paren la globalización y el capitalismo que me quiero bajar”, el futuro de España será muy, muy negro.
*Luis Garicano es economista, profesor de la London School of Economics y director de la cátedra Fedea-McKinsey