La cosa autonómica en Cantabria no pasa de ser un "bluff" como en tantas otras regiones; un invento para que cientos/miles de adeptos de la partitocracia se instalen. Personas sin oficio ni beneficio, solo el estar colocados en el aparato de los partidos políticos, políticos de conveniencia y profesionales, funcionarios a dedo y red clientelar bien "lubricada". Usurpan lo que llaman democracia en provecho de sus intereses particulares y a costa del resto de los ciudadanos.
BLUFF según el diccionario Collins significa Fanfarronada y Tirarse un farol. Pues eso, cualquier ciudadano español preocupado por lo público podrá encontrar muestras del bluff y numerosas ocasiones en que los políticos electos y gobiernos regionales pasan de los ciudadanos con total impunidad.
Tenemos -desde el café para todos del presidente Suarez- un nuevo nivel administrativo entre los ayuntamientos y el Estado, la Comunidad Autónoma, antes llamada región. Es Estado, pero no es Estado. Una nueva soberania que conducirá a prácticas totalitarias y a la desintegración de la nación, solo queda esperar a la sentencia sobre el Estatut para que estos políticos de conveniencia sigan avanzando en la carrera hacia el expolio y la negación de la democracia.
Las competencias transferidas debieran haber aproximado la administración a los ciudadanos -se suponía que la administración autonómica estaría más próxima a las necesidades de los ciudadanos- pero sólo se ha profundizado en lo contrario: un renovado caciquismo local que trabaja para los suyos, caciques locales que sólo se diferencian de los de la Restauración en que estos no tienen latifundios, se valen de los partidos políticos a la teta del Estado.
Somos varios los vecinos de Bolmir los que estamos hartos de la desvergüenza del alcalde de Campoo de Enmedio - un señor que lleva más de 30 años en cargos públicos municipales y en el mismo ayuntamiento- en cuantos asuntos tiene que ver con el pueblo. También empezamos a estar hartos de los cargos autonómicos, del Presidente Revilla y varios consejeros autonómicos cuando no responden a nuestros escritos, y son los primeros en incumplir las leyes.
Si eso es así, ¿Que decir del Parlamento regional? un remedo de parlamentarismo. Pues Nada.
Si los cargos electos locales y los ejecutivos regionales pasan de los vecinos, y no funcionan, los parlamentarios regionales no tienen mandato imperativo, y solo representan a los partidos políticos. Su agenda nada tiene que ver con los ciudadanos.
Y ¿Donde está la oposición municipal y autonómica? Desaparecida, pues viven muy bien en la Partitocracia.
Para llegar a estas conclusiones basta con dirigirse a políticos electos: alcaldes, concejales, Consejeros (en Asturias ministrines) Ministros, Entes Públicos y demás familia, y esperar su respuesta y los resultados.
Así nosotros hemos enviado los siguientes escritos:
[SR en lo sucesivo significa Sin Respuesta]
- al Consejero Sr. Mazón, el 7 de Agosto de 2008 con 102 firmas [SR] y el 4 de Noviembre de 2008 [SR]
- al Defensor del Pueblo, Sr. Múgica, el 16 de Mayo de 2009 [acusa recibo y nos informa ha solicitado informes a la administración implicada]
La política como compadreo, sin controles administrativos ni ciudadanos. Instalada en la prepotencia y próxima a la corrupción. Entre la desidia, la ineficacia y la incompetencia. Los caciques locales acarrean votos a los partidos y pastorean la red autonómica a cambio de favores para "los suyos", los ciudadanos quedan excluidos de este escenario. ¡Y estoy escribiendo sobre la región donde ahora vivo cuya población no llega a los 600.000 habitantes!
¡Saquen ustedes sus propias conclusiones!