Se necesitan ideas, voluntad, trabajo, entrega... pero también dinero para mejorar la vida de los más necesitados. Ernesto Magán, misionero con raíces mirandesas lo sabe muy bien. Toda la ayuda es fundamental y así se lo quiso demostrar al alcalde de la ciudad, Fernando Campo, a quien visitó ayer por segunda vez para enseñarle en imágenes cómo uno de los lugares más pobres de México dispone ahora de clínica dental gracias a 18.000 euros aportados por los mirandeses. Dinero procedente del 0,7 del presupuesto municipal destinado a proyectos de ayuda al desarrollo.El centro Virgen de Altamira, a 11.500 kilómetros de Miranda, abrió sus puertas en el mes de mayo con todo el equipamiento necesario para atender las necesidades fundamentales de los más de 17.000 habitantes de la zona Morro Mazatán, en una costa de 120 kilómetros a lo largo del Pacífico, en Oaxaca. Dispone de un sillón, rayos X, compresores e instrumental y tiene como responsables a dos odontólogas, antiguas alumnas de la misión, que acaban de licenciarse en la universidad.Ellas son las encargadas de abrir las puertas de la clínica sábados y domingos -el resto de la semana tienen su trabajo en la capital- y de atender a los pacientes que requieren una extracción o un empaste a cambio de una factura médica de 3 euros. Por 2, realizan una limpieza.«El día en que se inauguró fue uno de los más felices de mi vida tanto por contar con un nuevo servicio de salud como por el hecho de que lo atiendan dos doctoras indígenas que han podido estudiar gracias a las ayudas que a la misión han aportado muchos mirandeses, burgaleses y santanderinos», reconoció este misionero con casi cuatro décadas dedicadas a ayudar a los más desfavorecidos de Latinoamérica.Formar personasY es que si hay un esfuerzo que merezca la pena es el que se dedica a formar personas, a darles una educación y unos conocimientos que permitan a esos que no tienen nada labrarse un futuro mejor. A cambio, una vez concluidos sus estudios, deben devolver con su trabajo por los demás parte de esa ayuda.«Hay que preparar a la gente para que pueda desarrollar su talento con sus hermanos nativos», explicó Magán. Eso es lo que hará en breve una abogada recién titulada, la primera de la misión. «Será la encargada de defender a su gente».Pero su visita de agradecimiento al alcalde también la aprovechó Magán para poner sobre la mesa otro nuevo proyecto pendiente de financiación. Necesita unos 6.300 euros para hacer frente a la compra de 10 motosierras con las que limpiar de maleza unas 10 hectáreas de monte en una zona en la que se vive de la caza de iguanas y de la siembra del maíz.Una actividad intensa y dura que muchas veces no alcanza más que para que los niños reciban una comida caliente al día. «Nosotros la actual crisis económica no la padecemos, todo el mundo nace ya con ella. La sufren toda la vida», zanjó.
miércoles, 21 de octubre de 2009
En Morro Mazatán
Ernesto ha venido de México y me comenta que le acaban de entrevistar en el Correo Digital, en la edición de Miranda de Ebro, sobre su experiencia misionera en Morro Mazatán, Oaxaca. He localizado la entrevista en la red y transcribo aquí su contenido:
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1 comentario:
Creo que apoyos como estos son bienvenidos en todo el mundo,y mas que nada en el morro mazatan,una poblacion que carese de estos recursos,esperemos que se aproveche para el bien de la comunidad.
Ojo algunos partidos politicos querran llevar agua a su molino con esto.
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