El presidente de Cantabria, Sr. Revilla, se ha caido del guindo o del caballo -cual nuevo Saulo /Pablo-, y se ha dado cuenta con ocasión del enésimo retraso del AVE de que puede ser más rentable separarse de sus socios de gobierno socialistas para luego presentar candidatos en las elecciones generales del 2011 al Congreso de los Diputados.
En la España fragmentada no basta con tener montado un chiringuito regional o nacionalista en la correspondiente autonomía, es preciso además tener diputados en Madrid, en la Carrera de San Jerónimo, para pactar, hacer cambalaches con el partido que gobierne y eventualmente coger los cheques [como hacen PNV, CiU, Coalición Canaria, etc, etc.. cuando tercia].
Es una lástima que reaccione tan tarde ya que algo tendríamos ganado, las prebendas y ventajas obtenidas al modo PNV; la reacción tiene su lógica, la lógica implacable de un sistema parlamentario podrido donde no hay representación de los ciudadanos: Ni en Santander, ni en Madrid ni en el más cercano ayuntamiento.
Quizás solo es un amago que no va mas allá. En todo caso solo habrá Irrepresentación, los ciudadanos en Cantabria estaremos igualmente faltos de representación. ¡Que le vaya bonito!
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