Fuente: diario ALERTA
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Así, CORE considera que los «efectos perniciosos» del citado proyecto «se manifestarían con especial crudeza sobre el patrimonio cultural, al arrasar uno de los lugares arqueológicos de mayor interés de Cantabria, de excepcional valor para el conocimiento de todo lo referente a las costumbres y modos de vida de los cántabros antes de la invasión romana y en el escenario de la propia conquista».Los miembros de CORE Javier Ceruti, José Miguel Martínez Postigo y Aurelio González Riancho comparecieron ayer en rueda de prensa para exigir la «paralización inmediata de este proyecto y del plan eólico encubierto de la Consejería de Industria», la «aprobación inmediata del PROT» (Plan Regional de Ordenación del Territorio), la «redacción de un plan eólico proporcionado al esfuerzo nacional, basado en el principio de prudencia, respetuoso con la legalidad y consensuado con la ciudadanía», y «que se actúe con los principios de transparencia que exige un sistema democrático cono el que gozamos», es decir «que se deje de engañar y de manipular desde el poder».«parque ilegal». Ceruti fue el encargado de leer un comunicado de CORE, plataforma integrada por los colectivos ADIC, ARCA, Arcera, Cantabria Nuestra, Acanto, Naturaleza y Hombre, Plataforma para la Defensa de los Valles del Sur de Cantabria y SEO-BirdLife. Y afirmó que el proyecto de Celada Marlantes «constituye un intento de encubrir la futura instalación ilegal de un parque eólico, mediante un aerogenerador de grandes dimensiones falsamente llamado experimental» pues «no se trata, como se dice en el expediente, de un prototipo, ya que está fabricado en serie y a la venta al público en el catálogo de la empresa Vestas».A preguntas de los periodistas, Ceruti señaló que CORE ya ha presentado alegaciones al proyecto de Celada Marlantes ante la Consejería de Industria, el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio y la Confederación Hidrográfica del Ebro, así como informes ante las consejerías de Cultura, Medio Ambiente y Biodiversidad, lamentando que sean «organizaciones ciudadanas» como CORE las que «están haciendo el trabajo que les correspondería hacer a las administraciones».No obstante, dijo que le «consta» que Industria ha trasladado ya las alegaciones a Cultura, y que «confía» en que el departamento que dirige Francisco Javier López Marcano «paralice» un proyecto cuyo acceso «se hace sobre la calzada romana que va a Julióbriga, a la que destruye».Javier Ceruti dijo que el proyecto de Celada Marlantes es «el primer paso del plan eólico encubierto de la Consejería de Industria» y «una muestra del desastre que le espera al territorio de Cantabria si dicha consejería sigue adelante con su ilegal proyecto eólico». «Si éste es el primer paso, en el momento en que se tramite simultáneamente la instalación de cientos de molinos por toda la región, Cantabria sufrirá en su territorio una catástrofe de dimensiones históricas», añadió. Por ello, quiso «desenmascarar la forma en que se piensa actuar: destruyendo el territorio, el patrimonio cultural y natural y la biodiversidad, vulnerando sistemáticamente la ley, despreciando a los ciudadanos y atacando frontalmente los fundamentos de la democracia». «Se resucitan los peores modos del pasado», remachó.Por su parte, José Miguel Martínez Postigo denunció la «política de hechos consumados» del proyecto de Celada Marlantes, y es que «se está llevando a cabo sin esperar a resolver las alegaciones».Por su parte, Aurelio González Riancho insistió en que el proyecto de Celada Marlantes es «el inicio del mega proyecto eólico que se pretende llevar a cabo en Cantabria», del que criticó sus «matices economicistas» pues pasar de los 300 megavatios de potencia eólica que contempla el Plan Energético de Cantabria a los 1.500 que pretende instalar el Gobierno autonómico «es algo más que lucha contra el cambio climático».Y todos ellos coincidieron en que el proyecto de Celada Marlantes no tiene por objeto «la investigación» sino «la producción eléctrica». «Con la ley en la mano es un parque eólico porque va a producir electricidad y la va a verter a la red», aseguró Ceruti.«Ya hay tres torres de medición y una de ellas se sustituirá por el aerogenerador», añadió Martínez Postigo. CORE estima la altura del citado aerogenerador en 150 metros. «Si esto pasa con uno, no queremos pensar lo que pasará con cientos», advierte la plataforma.Así, CORE considera que los «efectos perniciosos» del citado proyecto «se manifestarían con especial crudeza sobre el patrimonio cultural, al arrasar uno de los lugares arqueológicos de mayor interés de Cantabria, de excepcional valor para el conocimiento de todo lo referente a las costumbres y modos de vida de los cántabros antes de la invasión romana y en el escenario de la propia conquista».Los miembros de CORE Javier Ceruti, José Miguel Martínez Postigo y Aurelio González Riancho comparecieron ayer en rueda de prensa para exigir la «paralización inmediata de este proyecto y del plan eólico encubierto de la Consejería de Industria», la «aprobación inmediata del PROT» (Plan Regional de Ordenación del Territorio), la «redacción de un plan eólico proporcionado al esfuerzo nacional, basado en el principio de prudencia, respetuoso con la legalidad y consensuado con la ciudadanía», y «que se actúe con los principios de transparencia que exige un sistema democrático cono el que gozamos», es decir «que se deje de engañar y de manipular desde el poder».«parque ilegal». Ceruti fue el encargado de leer un comunicado de CORE, plataforma integrada por los colectivos ADIC, ARCA, Arcera, Cantabria Nuestra, Acanto, Naturaleza y Hombre, Plataforma para la Defensa de los Valles del Sur de Cantabria y SEO-BirdLife. Y afirmó que el proyecto de Celada Marlantes «constituye un intento de encubrir la futura instalación ilegal de un parque eólico, mediante un aerogenerador de grandes dimensiones falsamente llamado experimental» pues «no se trata, como se dice en el expediente, de un prototipo, ya que está fabricado en serie y a la venta al público en el catálogo de la empresa Vestas».A preguntas de los periodistas, Ceruti señaló que CORE ya ha presentado alegaciones al proyecto de Celada Marlantes ante la Consejería de Industria, el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio y la Confederación Hidrográfica del Ebro, así como informes ante las consejerías de Cultura, Medio Ambiente y Biodiversidad, lamentando que sean «organizaciones ciudadanas» como CORE las que «están haciendo el trabajo que les correspondería hacer a las administraciones».No obstante, dijo que le «consta» que Industria ha trasladado ya las alegaciones a Cultura, y que «confía» en que el departamento que dirige Francisco Javier López Marcano «paralice» un proyecto cuyo acceso «se hace sobre la calzada romana que va a Julióbriga, a la que destruye».Javier Ceruti dijo que el proyecto de Celada Marlantes es «el primer paso del plan eólico encubierto de la Consejería de Industria» y «una muestra del desastre que le espera al territorio de Cantabria si dicha consejería sigue adelante con su ilegal proyecto eólico». «Si éste es el primer paso, en el momento en que se tramite simultáneamente la instalación de cientos de molinos por toda la región, Cantabria sufrirá en su territorio una catástrofe de dimensiones históricas», añadió. Por ello, quiso «desenmascarar la forma en que se piensa actuar: destruyendo el territorio, el patrimonio cultural y natural y la biodiversidad, vulnerando sistemáticamente la ley, despreciando a los ciudadanos y atacando frontalmente los fundamentos de la democracia». «Se resucitan los peores modos del pasado», remachó.Por su parte, José Miguel Martínez Postigo denunció la «política de hechos consumados» del proyecto de Celada Marlantes, y es que «se está llevando a cabo sin esperar a resolver las alegaciones».Por su parte, Aurelio González Riancho insistió en que el proyecto de Celada Marlantes es «el inicio del mega proyecto eólico que se pretende llevar a cabo en Cantabria», del que criticó sus «matices economicistas» pues pasar de los 300 megavatios de potencia eólica que contempla el Plan Energético de Cantabria a los 1.500 que pretende instalar el Gobierno autonómico «es algo más que lucha contra el cambio climático».Y todos ellos coincidieron en que el proyecto de Celada Marlantes no tiene por objeto «la investigación» sino «la producción eléctrica». «Con la ley en la mano es un parque eólico porque va a producir electricidad y la va a verter a la red», aseguró Ceruti.«Ya hay tres torres de medición y una de ellas se sustituirá por el aerogenerador», añadió Martínez Postigo. CORE estima la altura del citado aerogenerador en 150 metros. «Si esto pasa con uno, no queremos pensar lo que pasará con cientos», advierte la plataforma.
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