Otros PSIR: Marina y Medio Cudeyo

Publicado el 20OCT2009 en El Diario Montañés:

Los afectados por el PSIR piden un precio justo por la expropiación de sus terrenos

Rechazan los 11,27 euros por metro cuadrado que les ofrece el Gobierno

«Págame la vaca por lo que vale, no por lo que dices que vale». Y lo que dicen que vale es 11,27 euros el metro cuadrado, el justiprecio marcado en el expediente de expropiación forzosa relativo al Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR) en la zona donde se pretende crear un área industrial entre Marina de Cudeyo y Medio Cudeyo. Y el que da el ejemplo de la vaca es el portavoz de la plataforma de afectados, Jesús Acebo, pedáneo también de la junta vecinal de Orejo (Marina de Cudeyo), que aglutina, junto con Solares (Medio Cudeyo), a los más de setenta afectados por este PSIR.

Hasta el próximo 6 de noviembre permanecerá sometido a información pública este expediente de expropiación forzosa, periodo en el que los vecinos, uno a uno, pueden acudir a presentar sus alegaciones. Mientras, se reúnen de vez en cuando para valorar las herramientas jurídicas a su alcance en su lucha contra este expediente y para acordar futuras movilizaciones. «La gente está unida y dispuesta a pelear para que no se rían de ellos», dijo Acebo. Le parece «irrisorio» el precio pactado, «el Gobierno dice que no hay dinero», cuenta, aunque también asegura que hay «comisionistas a sueldo» que están ofreciendo a los vecinos más dinero, «a unos les expropian y a otros les ofrecen negociar... Esto esconde algo», dice.

El portavoz dice que los afectados se quejan de la «poca ayuda del Ayuntamiento, que no ha hecho ni un solo movimiento de apoyo a sus vecinos. Sólo le importa el dinero que va a entrar el año que viene por licencias y demás», y observa en la tramitación claros intereses partidistas, «los dos ayuntamientos son del mismo partido, el mismo del Gobierno regional. Blanco y en botella».

Deja claro que la gente no está en contra del desarrollo empresarial, de la riqueza que reportará esta actuación y que a esta zona vaya el Centro de Proceso de Datos del banco Santander, pero la estela que deja el proyecto es mucho peor, advierte: «Hay 32 casas afectadas, se llevan ganaderías, explotaciones, pequeñas industrias...». Por las viviendas que se van a derribar «ofrecen la mitad que por una VPO», y muchas son chalés con terrenos de varios miles de metros. ¿La opción que se les da? «Viviendas mucho menores en medio de la nada. Si al lado, en Hoznayo, por carro pagan 60.000 euros, aquí sólo 1.800. Es un agravio más que mayúsculo», concluye Acebo.