La Asociación para la Defensa de los Recursos naturales de Cantabria (ARCA) ha presentado alegaciones al Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR) de Val de San Vicente, solicitando que las zonas de mayor valor agronómico de la zona, ubicadas al sur del mismo y paralelas a la A-8, sean excluidas o protegidas para garantizar su uso agropecuario.
Estos suelos están clasificados en la categoría “A”, la de mayor valor productivo, y constituyen un escaso 2% de todo el territorio regional, según el estudio “Zonificación agro-ecológica de Cantabria” que fue entregado por la Universidad de Cantabria a la consejería de Desarrollo Rural en 2005.
Pero a pesar de disponer de este importante documento y de que el Plan de Ordenación del Litoral (POL) recoge expresamente la necesidad de contar con estudios complementarios en materia geológica, paisajística y agrológica, el Gobierno de Cantabria sigue promoviendo la destrucción de los mejores suelos agrícolas de Cantabria para construir polígonos industriales.
Esta forma de actuar es profundamente insostenible, muy negativa para el futuro de la agricultura y la ganadería de Cantabria, y radicalmente contraria a las directivas europeas a favor de la ordenación territorial y la conservación de los recursos naturales.
Por último ARCA denuncia que mientras el repetidamente anunciado Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) sigue sin ver la luz, la consejería de Obras Públicas sigue tramitando unos PSIR que se han convertido en la mayor figura de abuso y arbitrariedad urbanística que sufre Cantabria.
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